Pérdida personal

Tuvimos una muerte muy importante en la familia: mi tía y madrina: Betty Reynolds. Ojalá todos hubieran podido tener una tía Betty. Te hacía sentir como si fueras la persona más importante e interesante que jamás había conocido. Contaba historias maravillosas. Era generosa, paciente, talentosa y tenía el mejor sentido del humor. Luchó por ti y se jactó de ti con todo el mundo con quien hablaba.

Había estado luchando contra el cáncer de ovario durante 6 años. Desde que ella y mi tío vivían en Filadelfia, había estado pasando tanto tiempo como podía con ellos durante los últimos 2 años... ¡a veces semanalmente y muchas pijamadas! ¡Siempre fue un momento genial! Hicimos compras, hicimos arte, nos maratoneamos series de televisión, comimos deliciosas comidas y hablamos mucho. Se había convertido en una de mis mejores amigas. Estoy devastada y también lo está toda la familia.

Es autora e ilustradora de varios libros , principalmente sobre su estancia en Japón.

No ha pasado ni un mes y me cuesta creer que no pueda llamarla y pedirle que salgamos a pasar el rato.

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